Savias y Sabias es un colectivo interdisciplinario que propone un acercamiento al conocimiento botánico y medicinal desde un enfoque no formal. Para esto, aprovecha otros lenguajes, como cl arte y el simbolismo. Su iniciativa se concentra en siete arvenses o malezas, comunes en Bogotá y la sabana: llantén, malva, ortiga, diente de león, lengua de vaca, bolsita de pastor y amaranto, que son medicinales.

Así, nos encontramos con el concepto de la maleza como mal que cura y alimenta y construimos desde ahí una metáfora. La maleza encama ambigüedad, paradoja y contraste. Se propone un punto clave: al conocer las malezas, estas dejan de serlo. El mal está, pues, en la ignorancia, por cuanto estas plantas tienen usos medicinales y como forraje para animales y comida para humanos. Estos usos además están asegurados por ser plantas de fácil consecución. A través de este trabajo, nos proponemos reactivar la sorpresa y curiosidad desde algo que nos es cotidiano, conectando con la propuesta de ver nuestro espacio desde otra perspectiva. Es una invitación a reaprender y redescubrir. Las malezas igualmente configuran una suerte de cualidades necesarias para la activación de trabajos solidarios entre los colectivos: espontaneidad, resistencia, resiliencia. Para ilustrar nuestro trabajo tomaremos al diente de león, maleza universal, por todos conocida y llena de sorpresas.

Historia, usos y curiosidades

Así como el sol, viaja el diente de león, distribuyéndose por el planeta entero. Su resistencia y adaptabilidad son increíbles: es capaz incluso de atravesar los escombros, por lo que se considera una planta ruderal, o sea, que aparece en hábitats alterados por la acción del ser humano, como bordes de caminos o zonas urbanas. Para enviar un mensaje al enamorado basta pensar el recado mientras se sopla una flor de flores en dirección a su casa, dice el Diccionario de usos mágicos. Esta arvense, que llama espíritus, sirve para la adivinación y cumple deseos, es sin lugar a dudas una de las malas hierbas más conocidas, pero cocinadas por muy pocos.

Para nuestra sorpresa, sus usos culinarios son muy amplios: sus hojas pueden servirse en ensaladas; una infusión de sus flores, bien cargada, se combina con miel o almíbar para acompañar galletas y tostadas y es un dulce bocado con propiedades diuréticas. El diente de león dota de fuerza, gracias al “café” o “te” que puede fabricarse con su raíz seca y tostada.

La etimología o significado de su nombre científico habla de sus amplias propiedades medicinales. Así, Taraxacum deriva de los vocablos griegos “taraxos”, que significa enfermedad, y “akos”, remedio, en alusión a sus propiedades curativas (Fonnegra y Jiménez, 2007).

Su nombre más común: “diente de león”, se debe a la forma dentada de sus hojas y a la fuerza de león, que puede proveer por sus propiedades diuréticas y depurativas de la sangre, ya que estimula el hígado y la vesícula biliar (Fonnegra y Jiménez, 2007; Bulard-Cordeau, 2009). 

Así, la gran cantidad de nombres comunes con los que es llamado nos da idea de la amplitud de sus viajes. para Colombia se reportan: achicoria, amargón, chicoria, chicoria amarilla y colmillo de león, de acuerdo con el Diccionario de nombres comunes.