La idea de los acueductos veredales nace de las comunidades como iniciativa y alternativa de solución a las problemáticas, que se evidenciaban en algunas fincas en épocas de verano, ya que se secaban los afluentes de agua -o “chorros”, como se los conoce en el lenguaje campesino de esta zona- y las familias empezaban a sufrir escasez del agua para el consumo propio, del ganado y en los riegos de la agricultura. Todo esto a pesar de estar rodeado por uno de los cuerpos más grandes de agua del mundo.

Antes, cuando las familias que no tenían nacederos en sus fincas, captaban el agua de nacederos vecinos, donde ellos mismos construían su propia alberca de recolección, justo al pie de estos. Otros simplemente abrían un pozo hondo con ayuda del azadón y de allí transportaban el agua en mangueras hacia sus casas o, más antiguamente, en canales de madera que se construían artesanalmente o por zanjas que la conducían desde el nacedero hacia sus casas, ya más cerca a sus viviendas, para consume y para los demás usos del hogar como lavar, bañarse, etc. En verano acostumbraban lavar la ropa en el río las familias que habitaban aledañas este, con lo que se exponían a los peligros de su cauce y a ocasionales crecientes, cuando llovía en la cabecera. (ríos y/o lagunas) En la Constitución de 1991 se propuso la descentralización de Bogotá por localidades, cuyos objetivos fueron “promover la participación ciudadana y mejorar la provisión de determinados servicios locales, donde cada localidad tuviera sus propios recursos”. Con base en lo anterior, en el periodo de gobierno del alcalde local Guillermo Leal Nariño, hacia el año 1994, y junto con las Juntas de Acción Comunal, se empieza a dar forma a la iniciativa de acueductos veredales del corregimiento de Nazareth, que beneficiarían a la mayor parte de las veredas. 

Por ello se asignaron recursos desde la administración local a las primeras instalaciones que conformarían la primera línea de acueducto, denominada sistema de abastecimiento de agua quebrada Jericó, perteneciente al acueducto de la Asociación de Usuarios de Acueducto de Las Ánimas, Las Auras y Nazareth (ASOUAN). Estas obras se iniciaron en febrero de 1999, dirigidas por el contratista Jairo Alberto Rubiano Clavijo. Además, se construyen la red de acueducto de la quebrada Agua Linda, perteneciente al acueducto ASO-AGUA Y CAÑIZO, de la vereda Las Ánimas.

Para el año 2000, con la reglamentación de los encuentros ciudadanos, donde las comunidades podían participar en la decisión de los proyectos prioritarios para ellas, se logra priorizar recursos para construcción nuevos acueductos y fortalecer los existentes. En el corregimiento de Nazareth, se inicia la construcción de las líneas de red del acueducto de Media Naranja y de Ríos y el fortalecimiento de ASOUAN y ASO-AGUA Y CAÑIZO. En febrero del año 2002, con los recursos priorizados y en cabeza del alcalde local Mario Upegui, se construye el sistema correspondiente a la quebrada Taquegrande, por el contratista Gabriel Antonio Duarte. 

En la actualidad existen los siguientes cuatro acueductos veredales en el corregimiento de Nazareth que benefician seis veredas de las ocho del corregimiento: El acueducto ASO-AGUA Y CAÑIZO, que pertenece a la vereda Las Animas bajas y al sector Cedral y beneficia a 32 familias, 158 personas. Sus aguas provienen de la quebrada Agua Linda de la vereda Sopas. Este acueducto cobra una cuota de sostenimiento mensual de $2,000 pesos por usuario y posee junta directiva. Actualmente no se ha realizado mantenimiento, por fugas que se presentan en diferentes trayectos. 

Acueducto Los CANIZALES de la vereda los Ríos y las Palmas, tiene 30 afiliados, a esta asociación en la actualidad pertenecen solamente 10 usuarios activos, los restantes usuarios se retiraron por las fallas geológicas que provocaron deslizamiento en los terrenos donde pasa la red hídrica, generando rupturas constantes en los tubos que transportan el agua a hacia sus casas y por ende no llega el servicio a estos puntos, a pesar de la anterior situación este acueducto se sostiene con los restantes usuarios; para el mantenimiento de la red de acueducto se maneja una cuota de $3,000 pesos mensuales. Este acueducto alimenta su red de la quebrada cl zarpazo y no se ha adelantado proceso de legalización en concesión de aguas, ya que sus habitantes desean continuar fortaleciendo la organización desde la misma comunidad, pues no desean generar compromiso con entidades como el Acueducto, Alcantarillado y Aseo de Bogotá EAAB – ESP.

ASOMEDIA NARANJA (Asociación de Acueducto de la vereda Taquecitos y Santa Rosa): beneficia a 32 familias del sector y su agua se capta de la quebrada Media Naranja, que nace en el páramo del mismo nombre. Sus usuarios tienen un sistema de recaudo mensual en una cuota fija de $2,000 pesos y se paga un “fontanero” para que realice labores de limpieza y cuidados en la red del mismo.

La Asociación de Usuarios de Acueducto de Las Ánimas, Las Auras y Nazareth (ASOUAN) fue legalizada el 6 de septiembre de 1999 ante la Cámara de Comercio de Bogotá y DIAN en cabeza del señor Luis Eduardo Dimaté. En el año 2002, siendo presidente del acueducto Aníbal Morales, empezó a gestionar la concesión de aguas. 

En el año 2010 fue elegido presidente el señor Ramiro Martínez y se continúe con este proceso; el 3 de noviembre de 2011 se realiza la solicitud de Concesión de Aguas Superficiales ante la CAR y el 22 de noviembre de 2013, con la Resolución 266 se otorga concesión de aguas superficiales y se toman otras disposiciones. Así, el 14 de julio de 2014 se realiza la inscripción ante la Superintendencia de Servicios Públicos se solicitan al Fondo de Solidaridad los subsidios nacionales para acueducto, vigencia 2015. De igual manera se hace la solicitud de facturación ante la DIAN el 9 de junio de ese año.

Actualmente, el acueducto ASOUAN, perteneciente a las veredas Las Animas, Las Auras y Nazareth, es el único legalizado en la localidad, cuenta con el apoyo de la Secretaría del Hábitat, tiene 79 usuarios y 1.590 personas beneficiarias, presta un servicio cuidadoso y comprometido con la salubridad de sus usuarios. 

El proceso que ha venido realizado este acueducto durante los últimos años ha pensado en la conservación y cuidado del recurso hídrico y en la protección de los bosques nativos que conforman las rondas de los afluentes.

Los procesos que sean adelantado en cada uno de los acueductos del corregimiento, en cabeza de las directivas y presidentes de cada una de las asociaciones, han pensado en la protección del derecho de los habitantes de la zona al recurso hídrico y a tener en sus hogares agua tratada y confiable para el consume humano. Los acueductos que aún no garantizan la potabilidad del agua que consumen y la concesión de la misma, se exponen a una posible intervención directa de las instituciones distritales que se encargan del manejo de recursos hídricos por las comunidades, de modo que estas se verían afectadas con la aplicación de tarifa plena, y lo que es un derecho se convertiría en un negocio.

Como habitantes del páramo conocemos la responsabilidad de conservar la salubridad de las fuentes hídricas y de evitar al máximo la contaminación, preservando el ecosistema y reforestando, realizando un buen manejo de praderas y de bebederos para el ganado, y evitando al máximo la utilización de agroquímicos en los cultivos. Se debe continuar fortaleciendo los procesos comunitarios y avanzar en ideales que permitan a las comunidades ejercer autonomía desde las organizaciones locales.